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MERCOSUR, ¿Es una unión aduanera imperfecta?

05 de enero de 2015

Carlos Canta Yoy, es un amigo de la casa además de ser uno de nuestros asesores en comercio exterior.

Todos los días recibimos sus novedades y con su peculiar forma de escribir responde la pregunta del título.

En esta oportunidad, subimos la misma, ya que en muchas oportunidades nuestros clientes, uruguayos y sobre todo del exterior al responder sobre determinadas dudas surge la frase.. " pero como, ¿El Mercosur no es una Unión Aduanera?

Con su forma de escribir, Carlos responde.

Lo remarcado va por cuenta nuestra, el texto se copio tal cual su newsletter *

MALENTENDIDOS

“Adán y Eva cuando se dieron cuenta que estaban desnudos se taparon con hojas de parra”. “Ladran Sancho, señal que cabalgamos”. “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”. “Procedencia es el último lugar desde donde salió la mercadería con destino a la Argentina”.  

”El Mercosur es una unión aduanera imperfecta”. 

Todas estas frases, tan comúnmente repetidas una y otra vez, son falsas. Adán y Eva según el Génesis se cubrieron con hojas de higuera, no de parra. Los perros no le ladraron ni al Quijote ni a Sancho en ninguna parte de la famosa novela porque sencillamente ese pasaje no existe. Tampoco existe el de los muertos con buena salud que supuestamente mencionó José Zorrilla en su célebre “Don Juan Tenorio”. 

Lo de la procedencia de las mercaderías es una curiosidad aparte frecuentemente repetida por aduaneros, profesores y estudiantes de comercio exterior. Cuando en nuestras clases o conferencias preguntamos cuál es el lugar de procedencia de una mercadería invariablemente nos responden como señalamos más arriba. La gran pregunta es de dónde han sacado eso.

Todas esas frases que recopilamos tienen en común que la generalidad de las personas las repite sin pensar o sin consultar las fuentes. En último caso, el de la procedencia, el Artículo 15 del Código Aduanero establece claramente que el lugar de procedencia es aquél hacia donde fue destinada la mercadería al país importador. En los casos frecuentes de los acuerdos preferenciales las mercaderías tienen un tránsito por un tercer país no perteneciente al acuerdo y eso no significa que procedan de él si fueron destinadas desde el país exportador hacia el país importador, en este caso la Argentina.

El contagio colectivo y la monótona reiteración son actitudes imitativas (como estudió el sociólogo y psicólogo social, hoy injustamente olvidado, Gabriel Tarde, que creó en el siglo XIX las “Leyes de la Imitación”). Esta imitación mutua entre los hombres, a la cual se llegó en algunos casos a llamar simiesca, dado que como los monos, esas personas se copian entre sí los gestos y las palabras unas a otras sin reflexionar en lo más mínimo un solo instante acerca de la veracidad de lo que impensadamente expresan. También podría encontrarse, más exactamente ya que de palabras se trata, una similitud notable con el parloteo repetitivo de los papagayos y otras variadas clases de pericos y cotorras. 

Esto viene a cuento porque desde hace ya mucho tiempo, por lo menos una década y media, numerosos entendidos, o no, en la materia, nos han fatigado los oídos y la paciencia diciéndonos que “el Mercosur es una unión aduanera imperfecta”. 

Sin tener en cuenta que en materia de las formas de la integración las cosas son claramente definidas, son o no son (1), lo cierto es que el Mercosur es tan una unión aduanera imperfecta que en realidad no lo es o, más bien, no es nada sino algo remotamente similar en relación a las formas de integración conocidas. 

Veamos por ejemplo algunos pocos casos:
1) Una unión aduanera tiene una Nomenclatura Común y un Arancel Externo Común. El Mercosur tiene una Nomenclatura y un Arancel, que generalmente no son comunes, dado que en el caso particular de la Argentina la demora en internalizar las normas que introducen los respectivos cambios demoran meses y meses en ponerse en vigencia. Mientras tanto la Nomenclatura y el Arancel Externo del Mercosur que se utilizan en nuestro país no son en algunos casos las mismas que se utilizan en Brasil y Uruguay, por ejemplo.

2) No existe actualmente, ni cerca, un solo territorio aduanero, por lo cual una mercadería originaria y procedente de terceros países que ha sido nacionalizada pagando los correspondientes derechos de importación en un país del Mercosur y luego es ingresada en otro país miembro, vuelve a tributar los aranceles de ést e último. Esto sucede a 16 años de la supuesta creación progresiva de una unión aduanera en formación ahora proyectada para comenzar sus preparativos para el 2012.

3) No se cumplen los fallos de los Tribunales Arbitrales, como en el caso último que falló favorablemente al reclamo uruguayo por los cortes de las vías de comunicación internacionales entre los países del Mercosur. Argentina no cumple el fallo y Brasil se desentiende diciendo que es una cuestión “bilateral”, como si los camiones brasileños no cruzaran a la Argentina, muchas veces, utilizando el territorio uruguayo y los puentes del río Uruguay. Existen actualmente obstáculos serios a la libre circulación de mercaderías y personas, gravámenes indebidos como los derechos de exportaciones, restricciones no arancelarias como las licencias previas no automáticas. Todo esto, que no o curre siquiera en el Africa subsahariana, no habla muy bien del proceso de integración.

4) No existen políticas comunitarias en infinidad de materias económicas y comerciales, como por ejemplo, los incentivos a las exportaciones, la aplicación de tributos a las importaciones como la Tasa de Estadística argentina, la coordinación de las tributaciones internas, de la política monetaria y cambiaria, etc., etc. 

La lista de incongruencias y contradicciones entre la realidad actual y la supuesta unión aduanera es de tal entidad  que nadie puede decir siquiera que este engendro que padecemos sea una unión aduanera, ni tan siquiera imperfecta, sin ponerse colorado.

(1)  La Organización Mundial de Comercio define las diferentes formas de la integración (como las zonas de libre comercio o las uniones aduaneras, por ejemplo) en función, además, de que constituyen excepciones a la aplicación de la Cláusula de la Nación Más Favorecida. Las definiciones son muy exactas y en razón de ellas es que sostenemos que el Mercosur no es una unión aduanera, ni perfecta ni imperfecta. Simplemente, no es.

*Carlos A. Canta Yoy