El mundo:
El mundo está en una etapa peligrosa, se terminó la paz americana que se dio tras la segunda guerra mundial. Un período en el que hubo un avance de ciencia, tecnología y crecimiento de población. La pandemia nos golpeó en nuestra forma de vida y de trabajo. La guerra en Ucrania generó todo tipo de problemas: en abastecimiento de energía, de alimentos y en el balance político mundial. La inflación genera reacciones dispares de aumentos de tasas en el mundo. Un tema nuevo es la crisis económica en China, se habla de valores negativos del PIB chino en 2023 por la crisis en la construcción y la política sanitaria.
Preocupa mucho el recorte del sistema internacional de cooperación, los organismos han perdido fuerza. No está claro cómo quedará la relación China-EEUU, ¿van a tomar el camino de la coexistencia pacífica, colaboración o enfrentamiento? Todo esto genera incertidumbre. Hay una caída de la política en el mundo, no hay recetas, hay que ir probando.
Uruguay hoy es visto internacionalmente con respeto, con una política económica ordenada y vocación democrática. Debe enfrentar el control de la inflación, pero tiene un punto de partida más sólido de lo que había décadas atrás (ej. en los 80, la década perdida). Tenemos una inflación que llega de afuera. Está en debate el tema cambiario, que no tiene una solución fácil. Está sobrevalorado (dólar muy bajo), hay que mantener los equilibrios y fortalecer el crecimiento exportador.
América Latina tiene una gran oportunidad de ponerse de acuerdo en lo que va a ofrecer al mundo. Tenemos gran capacidad de llevar adelante políticas ambientales serias, algo cada vez más importante en el mundo. Tenemos que adelantarnos. Somos un reservorio de energía, que es una gran preocupación en Europa, y tenemos capacidad alimentaria, que podemos duplicar. El potencial está en ambiente, energía, alimentación.